Arrebatados a sus madres
Los macacos, capturados en su hábitat natural siendo apenas crías, fueron sometidos a meses de maltrato y entrenamiento forzado para convertirse en "bailarines" que entretenían a turistas. En condiciones deplorables, eran encadenados, disfrazados y obligados a permanecer de pie durante horas, encerrados en jaulas diminutas cuando no actuaban.
Tras el rescate, los monos han sido trasladados al centro de rehabilitación de JAAN en Cikole, donde comenzarán un proceso de cuarentena y cuidados veterinarios para garantizar su salud y bienestar. “Es un alivio ver que estos animales comienzan su camino hacia la libertad. Ahora podrán desarrollar habilidades vitales y establecer lazos sociales con otros primates”, señala Femke den Haas, directora de JAAN.
Además, los antiguos entrenadores de los monos están siendo apoyados por el gobierno indonesio y JAAN para encontrar medios de vida alternativos, como la venta de productos.
Terminado con la explotación de los monos en Indonesia
Aunque la práctica fue prohibida en 2019 por el Ministerio de Medio Ambiente de Indonesia, su erradicación completa sigue siendo un desafío. Según Ajay Ochani, coordinador de campañas de World Animal Protection en España dice:
“Conseguimos acabar con la danza de osos en Grecia, Turquía, India y Nepal, por lo que estamos convencidos que vamos a poder poner fin a esta horrible práctica de monos bailarines en Indonesia muy pronto. Los macacos son animales salvajes que tienen derecho a vivir una vida en libertad en la naturaleza. Estamos muy contentos de poder dar a estos monos una segunda oportunidad. World Animal Protection y JAAN seguirán trabajando para garantizar que esta sea la última generación de monos bailarines”
World Animal Protection y JAAN han lanzado una campaña de recaudación de fondos para apoyar la alimentación y atención médica de los macacos rescatados. Si quieres colaborar con esta causa, visita esta página web.
