Nick Stewart, Director de campañas de vida silvestre de World Animal Protection, dice:
“Hacer una película que explore el conflicto entre los humanos, la codicia corporativa y la difícil situación de la naturaleza y luego realizar una conferencia de prensa al respecto en una prisión de vida silvestre implica una gran hipocresía.
“El mal juicio mostrado por James Cameron y su equipo al elegir respaldar la crueldad y la explotación de la industria de los delfines en cautiverio tiene el potencial de deshacer años de progreso logrado en la lucha para terminar con el sufrimiento de estos animales inteligentes y sintientes.
“Los delfines cautivos están confinados en un entorno artificial diminuto y árido, 200 mil veces más pequeño que su espacio natural, donde realizan trucos de circo a cambio de comida, los entrenadores los utilizan como tablas de surf y los exponen a música a todo volumen, lo que los somete a una gran angustia.
“Con este movimiento, Cameron ha enviado el mensaje de que esta es una forma aceptable de entretenimiento, brindando un claro apoyo a aquellos que continúan beneficiándose del sufrimiento de estos animales”.
El entretenimiento con delfines es crueldad
Más de 3.000 delfines se encuentran actualmente atrapados en crueles condiciones de cautiverio en lugares de entretenimiento turístico de todo el mundo. Pueden vivir más de 50 años en un ciclo de sufrimiento profundamente miserable, todo para beneficiar a la multimillonaria industria del turismo con delfines.
Lee más sobre el sufrimiento de los delfines en cautiverio explotados en entretenimiento y turismo